Las tres rupturas (Parte II)
22 de enero de 2021 | lorfLa segunda ruptura se da en el seno del movimiento marxista, entre la socialdemocracia y el marxismo-leninismo. Y de nuevo, el origen de la división es la concepción del estado. Para los socialdemócratas, el estado no tiene carácter de clase, es neutral y se puede reformar desde dentro (sin destruirlo) para servir a los intereses de una u otra clase. Lenin llevará una feroz lucha en el terreno ideológico con estas posiciones. En su libro “¿Que hacer?” analiza en profundidad y critica de economicistas las posiciones de los artículos publicados en las revistas socialdemócratas “Rabóchaya Mysl” y “Rabócheye Delo”.
Lucha política o lucha puramente económica
El Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, al que pertenecía Lenin, se verá en su segundo congreso dividido en dos facciones: bolcheviques (mayoría) y mencheviques (minoría). La división surge en el punto sobre quien puede militar en dicho partido, para los mencheviques cualquier huelguista, manifestante o sindicalista puede pertenecer al partido. Lenin no lo ve así, piensa que el partido debe ser una vanguardia, un grupo de profesionales de la revolución que se dedique a organizarla. Pero el problema que subyace es que los mencheviques ven que pueden obtener algunos éxitos en las luchas por reivindicaciones económicas, re-admisión de despedidos, etc.. Abandonado los objetivos políticos de derrocar al zarismo e imponer una dictadura del proletariado con el fin de acabar con la explotación capitalista.
La lucha entre la socialdemocracia y el marxismo-leninismo sera durá y pasará por distintas fases, en las que en ocasiones Lenin quedará aislado por el avance menchevique.
Los hechos se suceden
En 1905 habrá un intento revolucionario para derrocar al zarismo, aunque fracasará, aparecerá un forma de organización asamblearia que tendrá gran importancia en el futuro: “el soviet”.
Estalla la Primera Guerra Mundial en 1914, la primera guerra imperialista de rapiña por intereses económicos entre las grandes potencias y demostrará al mundo el grado de degradación y horror al que puede llegar el capitalismo.
Por fin, en febrero de 1917 cae el zarismo, se crea un Gobierno provisional en manos de la burguesía, aunque otra forma de organización ciudadana aflora por todas partes, son los soviets que se constituyen en cada pueblo, en cada ciudad, en cada barrio, en cada fábrica. Al principio los propios dirigentes bolcheviques tienen dudas sobre si apoyar o no al Gobierno provisional mientras acepte algunas reivindicaciones populares. Pero Lenin consigue un salvoconducto para cruzar la Europa en guerra y se planta en San Petersburgo con sus tesis de abril que vienen a decir que al enemigo ni agua y que todo el poder debe pasar a los soviets (y eso que al principio estaban dominados en sus puestos de dirección por mencheviques).
La Revolución de Octubre de 1917
Desde la llegada de Lenin, el partido bolchevique se embarcó en una frenética actividad de organización del partido, en torno a una línea que exigía el todo el poder para los soviets, la salida de la Guerra Mundial y la reforma agraria. Todo ese trabajo dio sus frutos el 25 de Octubre de 1917 (según el calendario ruso de la época) mientras el soviet de San Petersburgo estaba reunido. A las dos de la madrugada Lenin tomó la palabra para anunciar que el Palacio de Invierno había sido tomado, el Gobierno provisional se había disuelto y Kerensky (su presidente) había huido. En consecuencia, en esos instantes, el poder del país residía en ese mismo soviet.
La Revolución de Octubre representa el momento en que el marxismo, la dictadura de proletariado, etc.. pasaban de ser considerados hasta el momento como simples teorias a una resplandeciente realidad.