China empieza a cavar la fosa de EEUU

Es de sobra conocido que China es un país que en las últimas tres décadas ha tenido un crecimiento económico exponencial, situándose como segunda potencia económica mundial. Este crecimiento de China y la alianza de los países denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han supuesto un duro golpe para la economía norteamericana que ha pasado de poseer después de la II Guerra Mundial el 50% del PIB mundial a aproximadamente un 21% en la actualidad. Todo ello ha contribuido a crear una corriente de opinión que considera que China tiene el objetivo de sustituir a EEUU como potencia hegemónica. Sin embargo en mi modesta opinión, ni China busca tal fin, ni se dan las condiciones objetivas para ello, aunque si es cierto que China cuestiona cada vez mas abiertamente la hegemonía norteamericana en busca de un mundo más multi-polar, como lo demuestra la creación junto a los BRICS de instituciones como el Banco de Desarrollo o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, equiparables al FMI y al Banco Mundial (verdaderas palancas de fuerza y extorsión utilizadas por los EEUU para explotar y exprimir a otros países a través de la deuda externa).

Sin embargo, hay algunas noticias que han surgido recientemente que me hacen pensar que la escalada en el cuestionamiento de la hegemonía norteamericana (en franca decadencia) ha subido algunos grados. Me refiero al acuerdo, que por mediación de China, se ha alcanzado entre Arabia Saudí e Irán (ambos países aspiran a entrar en la alianza de los BRICS, o países emergentes, pero su abierto enfrentamiento lo obstaculizaba). Este acuerdo supone un maniobra muy inteligente de China para, por un lado evitar el acuerdo Quad (Dialogo de Seguridad Cuadrilateral entre EEUU, Australia, India y Japón) que podría suponer un obstáculo para el comercio marítimo de China y que ahora le permitiría una ruta por tierra a través de estos países obteniendo acceso al Canal de Suez, reduciendo el comercio por el Pacífico, y por otro lado también se ha abierto con este acuerdo la posibilidad de que China pueda adquirir petróleo de Arabia Saudí pero pagando en yuanes y no en dólares. A este acuerdo hay que añadir uno aún mas reciente entre Brasil y China para no realizar el intenso comercio entre los dos países en dólares.

Hay que tener en cuenta que EEUU desde sus voluminosas inversiones en la llamada Guerra de las Galaxias ha acumulado una de las mayores deudas del mundo. Sin embargo esta deuda no le resulta nada asfixiante (como ocurre con los demás países) debido a que la mayoría de las agencias de calificación de deuda son norteamericanas y le mantienen unos tipos de interés muy bajos, pero sobre todo porque al ser el dólar (al menos hasta ahora) la única moneda de referencia mundial, y sobre todo para el comercio del petróleo y otras materias energéticas, todos los países del mundo se ven obligados a adquirir deuda norteamericana para disponer de dólares para este comercio.

La estrecha alianza entre China y Rusia, ya supuso un primer paso para evitar el uso del dólar en sus relaciones comerciales, pero estos nuevos acuerdos son veneno puro para EEUU que si llega a perder el monopolio del dólar como moneda de referencia empezará a tener un serio problema con su enorme deuda. Además en los últimos años China se ha convertido en el segundo mayor prestamista detrás del FMI. Un informe reciente publicado el martes 28 de marzo por AidData confirma que China ha girado 240.000 millones de dólares a 22 países en riesgo de suspensión de pagos.

De todas formas que nadie piense que EEUU esta muerto y enterrado, todavía es una gran potencia económica y tiene unas afiladas zarpas para defenderse. Cuando hablamos de movimientos geopolíticos de esta envergadura, los tiempos no son a corto plazo, sino a medio y largo plazo, aunque hay que tener en cuenta que en ocasiones la historia da saltos cualitativos en poco tiempo, ¿quien podía imaginar el derrumbamiento de la Unión Soviética algunos años antes?. Lo que es evidente es que los acontecimientos se precipitan y el mundo puede cambiar mucho en los próximos años. Esperemos que al menos sea para mejor.

LORF