La revolución rusa

Rosa Luxemburgo escribió este libro en 1918 encontrándose presa en la cárcel de Breslau en Alemania. Se trata de una reflexión sobre las primeras medidas tomadas por el partido bolchevique en Rusia una vez realizada la revolución. En él, apoya claramente al partido bolchevique y la dirección de Lenin y Trotsky, que considera actuaron con valentía pese a las duras condiciones a las que se enfrentaban. Si bien también realiza algunas críticas, como a la reforma agraria que inicialmente dejo a los campesinos expropiar a los latifundistas en lugar de impulsar desde el principio la colectivización de las tierras. Tampoco se muestra muy conforme con el derecho de autodeterminación y la independencia en los hechos de Finlandia, Polonia, Ucrania, Georgia, Armenia y los Países Bálticos que recoge el tratado de paz de Brest-Litovks firmado entre Rusia y las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría e imperio Otomano), pues considera que son meras aspiraciones de las burguesías locales.

Pero, sin duda, el apartado mas interesante de este libro es la encendida defensa que hace de la democracia, un tanto en crítica por la decisión de la dirección bolchevique de disolver de la Asamblea Constituyente Panrusa. Para ella el establecimiento de vías de participación ciudadana para reforzar la democracia es un elemento imprescindible que impide que el estado se convierta en la herramienta del partido o su dirección. En mi opinión, por esta defensa de la democracia se puede considerar a Rosa Luxemburgo como un pionera en la revolución cultural que mas tarde puso en marcha Mao en China.

El libro (no se muy bien si por estas críticas a algunas decisiones de la dirección bolchevique o por otros motivos) no fue publicado hasta 1922, tres años después del asesinato de su autora a manos de los freikorps (grupos paramilitares) con la conivencia del gobierno socialdemocrata de la República de Weimar.