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Hemos abierto un ciclo de Escuelas donde vamos a estudiar en profundidad los fundamentos del marxismo, con un objetivo: abordar un debate, dirigido a los millones de luchadores que forman la “izquierda a la izquierda del PSOE”, sobre las bases de pensamiento que necesitamos para establecer hoy una alternativa revolucionaria.

En la primera Escuela hemos tomado conciencia de cómo el marxismo no solo es la teoría más influyente hoy en la izquierda, sino también y, sobre todo la mayor herramienta de transformación social que existe. Permitió el mayor Sí Se Puede de la historia, la toma del poder por parte de los explotados. Y está detrás de buena parte de los derechos conquistados por los pueblos.

Sin embargo, vemos como una parte de los dirigentes de esa izquierda nos llaman a abandonar el marxismo, la herramienta que ha permitido todos esos logros, calificándolo de “caduco” y “dogmático”.

Abordamos esta contradicción empezando por la IDEOLOGÍA, el factor clave. Tener una u otra concepción del mundo te ata a una madeja de cadenas o te pone en disposición de liberarte.

Ahora vamos a entrar en el terreno de la FILOSOFÍA. ¿Y qué tiene que ver la filosofía con la lucha revolucionaria?

La visión dominante nos presenta la filosofía poco menos que como entelequias teóricas desligadas de la realidad y de la práctica. Algo que, nos repiten insistentemente, nada tiene que ver con la política.

Pablo Iglesias, fundador de Podemos, participa de esa visión cuando nos plantea que “quien quiera pensar en arcadias donde se haya abolido la explotación del hombre por el hombre, eso es algo para discutir en las facultades de filosofía”. Además de la sorprendente insistencia en un líder de la izquierda, de empeñarse en que renunciemos a luchar por acabar con la explotación, nos presenta la filosofía como discusiones teoricistas que nunca se van a llevar a la práctica.

En el otro extremo, un filósofo marxista como Louis Althusser nos plantea que “la lucha de clases proletaria necesita de la filosofía”.

La filosofía es una herramienta revolucionaria de una importancia decisiva. La burguesía partió de ello para hacer su revolución, desplegando con la Ilustración, un agudo combate filosófico contra el feudalismo. Que era, como todo lo que sucede en filosofía, una lucha política. Pero ahora nos dicen que nosotros, los pueblos, no podemos hacer lo mismo, y tenemos que olvidarnos de la filosofía.

La historia del movimiento comunista internacional nos demuestra el papel clave que juega la filosofía. Los grandes dirigentes, Marx, Lenin o Mao, libraron una feroz lucha teórica para despejar el camino de la práctica revolucionaria.

Marx y Engels, desplegaron una aguda lucha teórica fundando una nueva filosofía, el Materialismo Dialéctico, imprescindible para llevar adelante la lucha por “cambiar el mundo de base”.

Más adelante, en 1908, Lenin se encerró durante meses en las bibliotecas de Ginebra y Londres para escribir un voluminoso libro sobre filosofía, “Materialismo y empirocriticismo”. En él sometía a crítica el idealismo dominante entre los que defendían “la crisis del marxismo” y abandonaban el objetivo de la toma del poder. Ese combate teórico fue decisivo para que pocos años después, en 1917, triunfara la primera revolución proletaria.

Posteriormente, y mientras el PCCh desplegaba una feroz lucha contra la invasión japonesa, Mao escribió las “Tesis filosóficas”, en combate al dogmatismo, dominante en tiempos de Stalin, y en la retaguardia se organizaron escuelas donde muchos cuadros y militantes comunistas estudiaban filosofía revolucionaria. Este fue un rearme clave para ganar al Japón y luego tomar el poder en China.

Lenin nos enseña que “sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”. Y en esa teoría ocupa un papel clave la filosofía del marxismo, el Materialismo Dialéctico, proporcionándonos una posición y un punto de vista que nos permite transformar la realidad sin límites.

Vamos a conocer los fundamentos de la Filosofía marxista. La posición materialista, enfrentada al Idealismo reaccionario que siempre defienden las clases dominantes. Y el punto de vista que nos da la Dialéctica, donde nada es eterno e inmutable, y todo está sujeto a cambio, se puede transformar.

Los pueblos y los revolucionarios debemos estudiar filosofía. Para impulsar una alternativa que defienda los intereses del pueblo necesitamos la herramienta de transformación que es la filosofía revolucionaria.

La segunda de las Escuelas de este ciclo se realizará el sábado 9 de noviembre, de 17:00 a 21:30 hs.

La Escuela tiene una matrícula de 6 euros, y todos los matriculados recibirán un dossier de textos con el contenido.